La ortodoncia invisible es la mejor opción actualmente para aquellos pacientes que valoran el aspecto estético durante su tratamiento.
Existen dos tipos de ortodoncia invisible: la ortodoncia lingual e Invisalign.
La ortodoncia invisible es la mejor opción actualmente para aquellos pacientes que valoran el aspecto estético durante su tratamiento.
Existen dos tipos de ortodoncia invisible: la ortodoncia lingual e Invisalign.
También se le conoce con el nombre de incógnito y es similar a la ortodoncia tradicional, salvo por el hecho de que los brackets son menos gruesos y se colocan en la parte posterior de los dientes, de tal manera que no pueden apreciarse desde el exterior.
En este tipo de ortodoncia, a pesar de que los brackets se diseñan para que sean lo más finos posibles y molesten mínimamente, requiere generalmente un periodo de adaptación que puede oscilar entre los 15 y 20 días.
Su principal ventaja es que es el único sistema que queda completamente oculto a la vista de las personas; y aunque no es removible como Invisalign, permite evitar los daños que los aparatos de ortodoncia convencional causan en el esmalte de los dientes como la descalcificación y las manchas.
Es la última técnica de ortodoncia que ha llegado al mercado y ha supuesto un importante cambio en la planificación y desarrollo de este tipo de tratamientos. Consiste en la fabricación a la medida con materiales plásticos de una férula transparente en cuyo interior se colocan una serie de accesorios para controlar el desplazamiento de los dientes hacia la posición deseada.
Se cambia cada dos semanas (lo que puede hacer el propio paciente) atendiendo las indicaciones de un software en 3D que permite determinar la evolución de la corrección en cada momento.
Invisalign no utiliza alambres ni brackets, por lo que se evitan las habituales ulceraciones y las molestias asociadas a este tipo de ortodoncia. Además, es removible, se puede quitar para comer y cepillarse los dientes, lo cual facilita en gran medida la higiene bucodental.
La elección de una u otra técnica deberá hacerse después de que el ortodoncista le haya informado detalladamente al paciente las ventajas e inconvenientes de ambos tipos de tratamientos.