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Al comenzar la consulta, el periodoncista se encarga de llenar el expediente con la historia médica del paciente y de evaluar el motivo principal de la visita. Dicha información le permitirá seguir con el examen periodontal buscando directamente las causas de los problemas que aquejan al paciente.
Es muy importante que el paciente proporcione toda la información relevante sobre su salud debido a que pueden surgir algunos problemas por el desconocimiento de algunas condiciones médicas especiales como alergias, enfermedades cardiovasculares, diabetes y enfermedades infecciosas. En el caso de las mujeres, es indispensable informar si existe embarazo.
El paciente no debe esconder información clínica por temor a que se difunda. Los datos que se proporcionan son estrictamente confidenciales y están protegidos por el secreto profesional.
Una vez recogidos los datos de la historia clínica, se procede a la exploración periodontal. El periodoncista examina la cavidad bucal del paciente en busca de signos o síntomas de una posible enfermedad periodontal. También se inspeccionan las piezas dentales para detectar caries, fracturas, problemas de restauraciones y discrepancias oclusales.
El examen periodontal, junto a las radiografías que se le toman al paciente al inicio de la consulta, le permite al periodoncista establecer un diagnóstico y proceder a la planificación del tratamiento.
Después de haber llenado la historia clínica y efectuado el examen periodontal, el periodoncista le hará un diagnóstico personalizado al paciente y le propondrá el tratamiento más adecuado para resolver los problemas que ha detectado.
Una vez que el periodoncista haya resuelto todas las dudas del paciente, habrá concluido la primera consulta.